La escuela tecnológica dirá adiós al encerado y la tiza para rendirse al lápiz óptico y la pantalla interactiva.
El encerado y la tiza son casi piezas de museo. Ceden el testigo a la tecnología digital. no tienen cabida en la escuela 2.0 que formará las nuevas generaciones. Su docencia se articula sobre dos elementos claves: el ordenador personal y la pizarra digital.